jueves, 5 de mayo de 2011
La microexpresion de la ira.
Cuando buscamos imágenes de ira, odio o rabia en internet, es muy común conseguir fotografías de personas con los ojos desorbitados, protuberantes venas en la frente y cuello, puños cerrados y la boca en una mueca que generalmente muestra los dientes, demostrando una actitud de muy pocos amigos. Estas son emociones muy fáciles de determinar, puesto que al ser tan intensas, no cabe lugar a dudas sobre los sentimientos que la persona está exteriorizando.
Pero, ¿Qué pasa cuando tratamos de detectar microexpresiones? En este caso, la rapidez con la que ocurren imposibilita la intensidad antes mencionada. Y sin ese despliegue emotivo por parte de los músculos faciales, identificarlas pareciera una tarea bastante difícil; Sin embargo, cuando de micromovimientos se trata, el truco es saber exactamente dónde ver; El ojo adiestrado se destaca por prestar atención a áreas específicas de la cara, comunes a muchas expresiones distintas.
Para este caso, el de la rabia fugaz, estudiaremos la Unidad de Acción número 23 del Facial Action Coding System (FACS) la cual se denomina, “labios apretados” Para reproducir este gesto, simplemente presionen un labio contra el otro hasta que sólo puedan ver la linea de la boca… ¡Listo! pero, ¿De qué nos sirve?
El AU23 es muy útil para detectar ira contenida; cuando esa persona no puede o no quiere exteriorizar lo que siente y no le queda más remedio que “tragárselo”, muy posiblemente junte los labios de esta manera. En la próxima lección veremos la unidad de acción que complementa la “cara de pocos amigos”.
La microexpresión de la sorpresa.
¿Alguna vez hablaban con alguien y mencionaron algo que les causó una profunda impresión? ¿Algún hecho que no se esperaban, que los sorprendió totalmente? Lo más probable es que no necesitasen ningún entrenamiento especial para apreciar que los ojos de su interlocutor se abrían un poco más de lo normal. Esto es función directa de la Action Unit 5 (AU5), que se encarga de contraer y elevar los párpados superiores. Una forma sencilla de recordarla es imaginando un número 5 tatuado sobre ellos; un poco grotesco, ¡Pero les aseguro que así no se les olvidará!
Es importante recalcar que la AU5 sólo alza los párpados, no influye en los músculos de la frente. Estos últimos los estudiaremos en una próxima lección al analizar la expresión de sorpresa, pues ésta es una de esas Unidades de Acción que muy difícilmente se manifiestan solas o aisladas.
¿puedes pasar un dia sin decir no?
¿Que podríamos hacer para solucionar este embrollo? Muy fácil. Acostúmbrate a no decir “No“. Al principio te costará mucho, pues estamos demasiado acostumbrados a defendernos tras esa pared. Pero a medida que nos esforzamos y empezamos a prescindir de esa coraza de inseguridad, veremos que flexionamos nuestro músculo argumentativo con más frecuencia, ¡Pues debemos recurrir a una conversación más rica…! Ésta es la única forma de desarrollar asertividad en la comunicación. Destierren el “No“ por un día entero… ¡veinticuatro horas!, y vean qué tal les fue.
En la improvisación teatral existe una regla explícita en la que todos los actores deben seguir el flujo de la acción sin coartarla. Ellos aprenden expresamente a no decir nunca “No“, sino a dejar que la acción se desenvuelva a través de su actuación. Suena difícil… y lo es. ¡Pero por supuesto, nada que no puedas lograr con suficiente práctica!
Ah, se me olvidaba. Tampoco pueden decir “Sí, pero…“. ¡Ése es un “no“ con piel de oveja!.
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